31 de enero de 2014

KAIDAN


  
    Kaidan es un género literario japonés que surgió en el período Edo (entre 1603 y 1867) gracias a la popularidad que tuvo entre la población japonesa un singular juego, el Hyakumonogatari Kaidankai (Reunión de cien cuentos extraños), que empezó a jugarse entre la aristocracia, pero fue tanta su popularidad que pronto se convirtió en entretenimiento de las clases más populares. 
    Aunque se desconoce el origen del juego, se cree que los samurai fueron los primeros en practicarlo, pero al parecer entre ellos era considerado más como una prueba de valor que como una simple diversión, pues se debía ser muy valiente para llegar hasta el final. ¿Por qué? Para entenderlo deberíamos hacer un pequeño viaje imaginario en el tiempo, al S.XVII, el período Edo. ¿Ya?.



    La noche está cayendo. Recojo mi kimono, el juego está a punto de empezar y no quiero llegar tarde. Todos los invitados están sentados alrededor de las lámparas andon. Hay cien. El primer narrador cuenta su cuento, nos dice que lo que cuenta le pasó a su padre. Con su última palabra la luz de la primera lámpara se extingue. El siguiente invitado toma el relevo y con el final de su historia se apaga otra llama. La habitación está cada vez está más oscura y no dejo de mirar a mi alrededor, tengo la sensación de que alguien...o algo, está ahí, esperando a que se apague la última lámpara para aparecer. ¿Estamos jugando o invocando a algo que no pertenece este mundo? No lo sé, pero sólo queda un cuento, el mío, la historia de una mujer asesinada por su esposo a causa de unos celos infundados. Cuando apago la última luz, quedamos sumergidos en las tinieblas. No pasa nada. Se oye algún suspiro aliviado y una risilla nerviosa. Entonces alguien me pregunta si alguna vez encontraron el cuerpo de la mujer. Respondo: "No... me tiró a un pozo".

    He encontrado dos versiones del Hyakumonogatari Kaidankai. La primera de ellas parece describir la forma más antigua en que el juego se llevaba a cabo entre las clases más pudientes, ya que se precisa de tres habitaciones (aunque parece que con dos también se podía jugar) y cien lámparas andon (la típica lámpara japonesa de papel). En la tercera habitación se colocaban las cien lámparas encendidas y un espejo sobre una mesa. La segunda habitación, al parecer, permanecía vacía, y la primera acogía a los participantes. Cada uno de ellos contaba una historia de corte sobrenatural y, al finalizarla, el narrador debía dirigirse al tercer cuarto, iluminado por las lámparas, y apagar una de ellas, no olvidando mirar su reflejo en el espejo antes de volver con el resto de invitados. Con cada historia contada una luz se apagaba, por lo que la oscuridad iba dominando la estancia. Imaginemos el estado de sugestión en que debían encontrarse los participantes, recorriendo el camino hasta la última habitación en medio de una creciente oscuridad, después de haber oído un montón de historias de fantasmas y con el temor de lo que pudiera pasar al contar la última, pues se decía que con ésta y, tras apagar la última llama, algo extraño podía suceder. Por eso no se solía llegar hasta el final, sólo se contaban noventa y nueve relatos, porque tampoco era cuestión de tentar a la suerte.
    La otra versión es mucho más sencilla, ya que sólo precisa cien velas dispuestas en círculo, no requiere nada más, sólo velas, relatos y valor para apagar la última vela.



      La popularidad del Hyakumonogatari Kaidankai fue tanta que la gente empezó a buscar nuevas historias que contar. Cien relatos cada vez que se jugaba eran muchos y se procuraba no repetirlos, sino asombrar al resto de la audiencia con nuevas y asombrosas narraciones. Se acudió a las leyendas y cuentos populares, tanto del propio Japón como de otros países. Así, ante la demanda surgió la oferta. Con la llegada de la imprenta al país apareció un nuevo género literario, el Kaidanshu. En principio, las historias que se publicaban eran de inspiración budista, con un trasfondo moralista y didáctico, pero pronto se cambió la temática religiosa por una menos espiritual y, quizá, más espectral o, por lo menos, algo más extraña . Y es ahí donde se encuentra la esencia del kaidan, en lo extraño, pues no se puede decir que realmente sean historias tenebrosas o terroríficas, sino simplemente, y reiterando lo dicho, misteriosas, y lo más importante: todos, absolutamente todos, sucedieron realmente...¿no me crees?.



 
Fuentes:
http://en.wikipedia.org/wiki/Kaidan

http://hyakumonogatarispanish.wordpress.com/que-es-el-hyakumonogatari/



    

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